Tras intentar explicar a toda la gente con la que me "emaileo", uno por uno, por qué no quiero aparecer en el "Para:" de correos masivos, y tras cansarme de escribir siempre lo mismo ;) me he decidido a crear esta pequeña página explicando el por qué de mi insistencia y de mis correos (a veces bordes) sobre el tema...

Antes de nada, unas cuantas definiciones:

El Spam:

    Seguro, seguro que a todos os han llegado correos no deseados a vuestra cuenta de correo. A ese tipo de correos, que suelen tratar sobre temas tan originales como "Alargue su pene" o "Consiga Viagra gratis", en argot "internetero" se les llama "spam" (correo basura en castellano).

Spammer:

El que se dedica "profesionalmente" a llenar nuestras cuentas de correo de spam.

Cliente de correo:

    Un programa que nos permite acceder a nuestra cuenta de correo. El más popular es MS Outlook. Sobre él (y otros) hablaremos más adelante. Los correos web (Hotmail, yahoo! Mail, Mixmail...) no son más que clientes de correo puestos en una página web para ser accesibles desde cualquier lugar. Normalmente es mucho más rápido un cliente instalado en nuestro ordenador que un cliente web, además de no limitarnos el espacio de almacenaje (pues los correos se guardan en nuestro disco duro en lugar de en un servidor de Internet).

Los virus/troyanos y demás fauna cibernética:

    Un virus es, en pocas palabras, un programa (sí, un simple programa como el buscaminas o el paint, nada de bichejos con pelos) que se autoreplica. Punto. Eso es lo único que tiene que hacer un programa para ser considerado un virus. Hay virus malignos (los que nos borran datos, por ejemplo) y virus benignos (los que sacan un mensaje reivindicativo o simpático por pantalla).
    Un gusano es un virus que aprovecha un fallo en un programa conocido (por ejemplo, IE, Outlook,  Internet Information Server, Apache, SQL Server...) para meterse en una máquina (por ejemplo la tuya).
    Un troyano es un virus que viene "escondido" en forma de imagen, ejecutable graciosillo, sonido, correo... Fueron muy extendidos en su época los troyanos de Office (sí, virus escondidos en .doc o .xls), pero con la popularización de Internet pasaron a un segundo plano. Ahora lo que se "lleva" son los troyanos escondidos en correos electrónicos. Lo que en un principio no tendría que ser un problema (un mensaje con un adjunto sospechoso se descarta y listo), se ha convertido en la gran plaga de Internet por dos razones:

Outlook (en todas sus versiones y variantes) e Internet Explorer:

    Es la mejor puerta que podemos tener en nuestro ordenador para que entren los virus/troyanos. Tanto Outlook como Internet Explorer (IE), hacen demasiadas cosas que no deberían hacer, y toman demasiadas decisiones sin tener en cuenta al usuario. Y eso hace de ellos programas MUY inseguros.

    Y aunque es cierto que no se pueden desinstalar, también lo es que existen alternativas mucho más seguras. Mozilla  y Opera como sustitutos al explorer. Eudora, Mozilla Mail , The bat! y Pegasus como sustitutos a Outlook. Usándolos, además de librarnos del 95% de los virus/troyanos/gusanos que circulan actualmente por La Red, tendremos características no presentes ni en Outlook ni en IE. Por ejemplo, Navegación con pestañas (no podrás vivir sin ella en cuanto la pruebes, puedes creerme), Bloqueo de Popups (se acabaron las ventanitas que se abren sin tú pedirlo), navegación gestual (de serie en Opera, añadido a Mozilla), y muchas más  en el caso de los navegadores. En el caso de los equivalentes a Outlook, Eudora cuenta con los filtros más completos y potentes que he visto en ningún cliente de e-mail en Windows, Mozilla Mail tiene filtro de Spam integrado que funciona bastante bien, y ninguno de ellos ejecuta adjuntos sin preguntar, como hace Outlook.
Personalmente, he usado Windows conectado a Internet durante algo más de 5 años. Simplemente con no usar Outlook ni IE, y no abrir ningún adjunto "sospechoso", no me ha entrado ningún virus por esa vía. De hecho, en los cinco años sin antivirus, sólo me infecté una vez, y la culpa fue mía. Confié en un disquete que me dejaron (la persona es de confianza) y no conté con que él podría estar infectado...

Después de estas definiciones, vamos al grano:

 ¿Y hay forma de evitar entonces el Spam y los virus?

    Pues sí. Al menos en gran medida. Pero para eso ha de haber buena voluntad de tu parte y de la mía.
Hagamos un símil con la "vida real". ¿A que no le darías mi dirección postal a un amigo tuyo (y no mío) sin preguntarme?. Es lógico. Posiblemente a mí no me guste recibir cartas de alguien que no conozco, o simplemente que sea muy celoso de mi intimidad.
    Pues mira al correo electrónico como al tradicional. Además de para mandar esas tonterías que tanto nos gustan a todos, es un medio alucinante, con posibilidades casi ilimitadas para el trabajo a distancia. Pero por ser tan completo, también es más complejo. Esto pretende ser una pequeña introducción (ni mucho menos aspira a ser un manual completo) al uso del e-mail.

Diferentes campos para destinatarios "Para:" "To:" "CC:" "CCO:" "BCC:"

    Es una de las cosas que más suele costar comprender. Pongamos donde pongamos la dirección de alguien, éste alguien recibirá el correo. Pero hasta ahí llegan las similitudes. Las diferencias son las siguientes:

Para: (To: en inglés):
Aquí pondremos el destinatario del correo. Por ejemplo, si yo te mando un balance de cuentas de la empresa para que lo leas, tú eres el destinatario final, y tu dirección debería ir aquí.
CC: ("Carbon Copy" en inglés, "Con Copia" en castellano): Si yo además de mandarte el balance, quiero que mi jefe sepa que ese correo ha sido enviado, pondré su dirección en "CC:". Él no es el destinatario del correo (eres tú), pero le envío una copia para que le quede constancia de que el balance fue enviado.
CCO: ó BCC: ("Con Copia Oculta"): Si, además de a tí y a mi jefe, he de mandar una copia al director general, pero a éste no le gusta que se sepa que recibe copia de todos los correos que circulan por la empresa, meteré su dirección en este campo. Recibirá el correo igual que si lo hubiésemos metido en "Para:" o en "CC:", pero ni los "Para" ni los "CC" sabrán que su copia fue enviada.

¿Cómo aplicar ésto al spam?

    Muy fácil. Uno de los medios (que no el único) que tienen los "spammers" para conseguir direcciones es por medio de envíos masivos. Cuando uno de estos correos masivos cae en sus manos, añaden estas direcciones a su base de datos. Por supuesto sin nuestro consentimiento. Con tomar la simple precaución de poner nuestra propia dirección en "Para:" y las del resto de los destinatarios en "BCC" o "CCO", nadie sabrá a quien enviamos los correos, y evitaremos mucho mucho mucho spam. Como efecto secundario, recibiremos una copia de cada correo enviado, pero es mal menor frente a lo que ganamos y hacemos ganar. Algunos clientes de correo permiten dejar vacío el campo "Para:" y meter direcciones sólo en "CCO:". Si es así, podremos evitar incluso el enviarnos el correo a nosotros mismos.

¿Y a los virus?

    El medio por el que se transmiten el 90% de los virus más activos que circulan por Internet es MS Outlook. Si nadie usase ese cliente, tendríamos el problema más gordo resuelto. Pero como lograr eso no es factible, solo nos quedan soluciones "parche".
    Un gran fallo que tiene Outlook es que añade automáticamente las direcciones que le vengan en cualquier campo de un correo a su libreta de direcciones. Como los troyanos cogen las direcciones de la libreta para autoenviarse, haciendo lo explicado para el spam, evitaremos estar en tantas libretas de tanta gente desconocida, y tendremos menos probabilidades de recibir correos con virus.
    Para evitar el problema de la "autoinfección" con sólo previsualizar un correo en Outlook, lo mejor que uno puede hacer es usar otro cliente de correo. En caso de que ésto no sea posible, hay que procurar tener el Outlook actualizado, con todos los parches de seguridad instalados (se pueden obtener en http://windowsupdate.microsoft.com) y desactivar la previsualización de correos. Si un correo es sospechoso, no lo abras. De todas maneras, los últimos troyanos de Outlook suelen traer como remite la dirección de un conocido (al menos alguien que te tiene en su libreta de direcciones) y suelen traer "Asuntos" que no son, en principio, sospechosos. La mejor solución pasa, casi siempre, por cambiar de cliente de correo.
Pero aún no usando Outlook, nos libramos de sus múltiples problemas. Puede ocurrir que...

Estoy seguro de no estar infectado, no uso Outlook, nunca lo usé, no uso Windows, o cualquier combinación de los anteriores y, a pesar de todo, la gente está recibiendo correos infectados remitidos por mí.

    Pues sí, es posible que esto ocurra. Los troyanos de Outlook más avanzados, son capaces de reenviarse a todas las direcciones de la agenda de una persona, pero con la "característica" adicional de "falsear" la dirección de remite. En lugar de poner en el campo remite la dirección de la persona que en realidad está enviando el correo, pondrá una dirección al azar de entre todas las de la libreta de direcciones. Es decir, que si yo te tengo en mi libreta y tengo también a José,  José puede recibir un correo infectado supuestamente remitido por tí, aún siendo yo el verdadero emisor. Y aunque es posible saber quien es el verdadero remitente, no es tarea fácil. Hay que examinar todas las cabeceras del correo, y son bastante crípticas si eres profano en el tema.
    Como me comentaba hace poco un amigo que tuvo ese problema, poco se puede hacer contra esto. O nos negamos a que la gente nos meta en su libreta si usa Outlook (que no sería muy práctico) o intentamos que la gente deje de usar un cliente tan inseguro.